Es un mundo extraño cada vez que subes a una micro y por mas que aumentes el volumen de la musica, la persona que esta a su lado te involucra en su problema.
Que una mala cara, que un atraso o un simple saludo puede cambiar el resto de un dia...el porque la gente toma decisiones tan extrañas, el responder de forma molesta, el no saludar, el no escuchar.
La musica suena de fondo, son las 7:30 de la mañana y voy al doctor y veo esta rutina diaria, como que es el lugar preciso para sacar tus problemas a la luz, tus rabias internas. A mi lado una pareja de pololos discutiendo vaya a saber que (la musica en mis oidos me tiene en gran parte alejado del mundo). Una cachetada y es como que el mundo se detiene. Todos los quedan mirando mientras que yo me pregunto con mi actual manera de pensar que no es mas simple que decir "acaso la vida tiene que ser perfecta, acaso no hay momento para los errores".
En fin me toca bajar de la micro y olvidarme de esa escena para ver la escena de sufrimiento de un pequeño por su diente y uno empieza a recordar que tambien paso por lo mismo, que tambien pasa mañana jugando con caballos e imaginando que estabas en el oeste, bueno todo eso hasta que pasas la puerta hacia el doctor y todo cambia de golpe.
Termina otra historia y mi camino sigue pero esta vez recorriendo las calles vacias a cierta hora de la mañana, donde tu mejor acompañante es un perro que no reclama por una caricia en su rostro. Me imagino que ellos cuando ven discutir a gente a su alrededor diran porque la gente se hace tanto problema si la vida esta para caerse y pararse tantas veces se pueda.
Y ves esas señoras en la calle rezando a su dios, al mismo del cual reniego porque creo que en lo unico que se debe creer es en si mismo, no en un ser supuestamente superior.
Como dice la letra de una cancion traducida literalmente "mirame esto soy yo, tengo mi propio infierno pero no me quejo, ya que nunca me terminare rindiendo". Llego a casa, miro a mis mascotas y simplemente decimos que como siempre lo mejor es improvisar y lo de llorar, se lo dejamos a los demas.
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